Petardos, fuegos artificiales,
noche de Sant Joan en Barcelona; como no recordarlo, precisamente hoy hace un
año mientras yo trabajaba, esclavo del destiempo y con miras al pensamiento
futuro, pensaba en el 4 de Julio y que
hacer para ese día, ilusiones, promesas, tantas cosas pasaban por mi mente esa noche, pensaba en ella, en muchos momentos, tal como lo hago ahora y como he venido
haciendo desde el final de nuestro destino y la división de nuestros caminos, que
ante mi inocencia e ignorancia del tiempo que transcurría conjuntamente con mi
tiempo, solo podía controlar el tiempo presente de mi espacio físico, más no el
tiempo presente de su espacio, que transcurría muy diferente al mío, incluyendo
sus propios pensamientos y cambio de nuestro destino.
Tantos errores cometido, todos
de mi conocimiento que por amor oculte y perdone sin ella saberlo; escondí mi
orgullo y creí ciegamente en el amor aun sabiendo todos los engaños y mentiras,
haciendo caso omiso a las advertencias y los ecos que decían la verdad oculta
de su sonrisa y su bella mirada, cerré mis ojos a la verdad y los abrí a la
mentira, para vivir una mentira deseando algún día se convirtiese en verdad.
Un año, 365 días desde el
comienzo del declive y parece que fue ayer, aún conservo el recuerdo de la última
vez 27 de agosto; desde entonces me he
negado del placer de tener una mujer en mi cama o en otra cama, de besar otros
labios; le he negado la oportunidad de estar conmigo a personas que quizás lo
merecen, simplemente porque sentiría engañar a esa persona mientras su recuerdo
continúe latente en mí, sé que quizás no merezca que le extrañe como le
extraño, después de saber y confirmar tantas mentiras, tantos engaños, tantas
traiciones, pero no puedo mandar en mis pensamientos ni obligar a mi corazón.
Sé que estarán pensando que es
una mala persona, pero no es así, es una buena persona, sólo que ha tomado
malas decisiones en la vida, y que ha tenido muchas carencias afectivas entre
un montón de defectos que con el tiempo quien ama, aprende a convertir en
virtudes y que van poco a poco forjando algo bonito y especial hasta que sus
carencias lo destruyen, que fue lo que paso.
Hoy escribo porque quiero
concluir el tema, ya que no he podido volver a mirar su rostro por temor a
desatar todo estos sentimientos que guardo reprimidos dentro de mí, pero ahora siento
estar preparado para el reencuentro, pues mi soledad es por convicción no por
necesidad, y por lo cual necesito verle y saber si ya puedo soltar mi corazón,
y dejar llegar el amor desde otros horizontes, vivir nuevas experiencias y tratar de volver a confiar, aunque por
ahora no es prioritario; necesito perdonarla de corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario